Tengo unos padres maravillosos que nunca me dijeron qué podía o no podía hacer por ser una niña. Con tres añillos pedí mi primer juguete a los Reyes: un camión con bombonitas de butano. Y eso me trajeron los Reyes. Cuando llegó el momento de escoger la carrera mis padres me dieron total libertad, y me decidí por Ingeniería Informática. Durante la carrera éramos pocas chicas en clase, y alguna vez he sido la única. Nunca he tenido problema con eso.
Hasta hace poco pensaba que eso era lo normal, sobre todo teniendo en cuenta que ya ha pasado bastante tiempo (enorme suspiro) desde que empecé la carrera. Pero hará cosa de un par de años escuché (curiosamente a un par de mujeres) preocuparse por si unos juguetes “no eran de niña”. Y ahí me entró un poco de yuyu al pensar que, desgraciadamente, todavía una cría del siglo XXI puede escuchar en su casa que no puede jugar con cosas porque son de niños.
Así que si por un casual alguna chiquilla me lee, me gustaría contarle dos cosas que he aprendido:
- No dejes que nadie te diga lo que puedes o no puedes hacer porque eres niña. Si quieres ser una princesa, sé una princesa. Si quieres ser ingeniera, sé una ingeniera. Pero hazlo porque es lo que de verdad te gusta, y no porque alguien te diga que puedes hacerlo o no.
- Esto es quizás más importante: decidas lo que decidas sobre tu futuro, hazlo a tu manera. No hay una única forma de “ser algo”. Puedes ser ingeniera y llevar tacones, si te gustan. Puedes ser abogada y llevar camisetas frikis, si te gustan. Puedes ser lo que te dé la gana y como tú quieras. Y posiblemente, con el paso del tiempo, cambiarás tus gustos. Yo de pequeña odiaba el rosa, los vestidos, las moñas, me encantaba el fútbol y llevaba el pelo corto. Unos cuantos años después me encantan el rosa y los vestidos, sigo odiando las moñas, el fútbol me gusta pero menos, y aún llevo el pelo corto. Y seguro que cambiaré más cosas, y estará genial 🙂
I have the most wonderful parents, who never told me what I could do or could not because I was a girl. The first toy I asked for at Christmas when I was three years old was a little toy truck full of little butane canisters. And exactly that was what I got. When the moment came to go to college, my parents told me to choose my bachelor freely, so I decided on Computer Engineering. We were just a few girls at class, and sometimes I was the only girl. It never troubled me.
Until recently I thought that was the rule, especially taking into account that it has been a while (massive sigh) since I went to college. But about two years ago I listened by chance to some people (funnily, they were women) worrying about some “not for girls” toys. And that gave me the heebie-jeebies, because it meant that, unfortunately, still in the XXI century some girls will be taught at home that they can’t play with some toys because they are made for boys.
So in case that some girl reads this post, I would like to tell her two things I have learnt:
- Don’t let that anybody tells you what you can or you can’t do just because you are a girl. If you want to be a princess, be a princess. If you want to be an engineer, be an engineer. But do it because it is what you really want, not because someone has told you that you are allowed (or not) to.
- This is perhaps yet more important: whatever you decide about your future, do it your own way. There is not an only way to “be something”. You can be an engineer and wear high heels, if you like. You can be an attorney and wear geek t-shirts, if you like. You can be whatever you want and however you want. And possibly, over time, you will change your mind. When I was a girl I hated pink, dresses, bows, I loved football and I had very short hair. A few years later I love pink and dresses, still hate bows, I like football but not as much as before, and I have not so short hair. And I am sure I will change some more things, and it will be cool 🙂