Elizabeth, Anne, Margaret: every rose has its thorn

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[In English]

La culpa de que sea una friki de La Guerra de las Rosas es de tres elementos inconexos que en 2013 crearon  la tormenta lancastrianoyorkista perfecta: una estancia de investigación en Plymouth, la serie La Reina Blanca (The White Queen), y que  ese verano estaba preparando para septiembre las asignaturas de Historia Medieval de 1º del Grado de Historia en la UNED (algún día lo retomaré, lo juro). La Reina Blanca se estrenó al poco de llegar a RU, y como intentaba ver la tele para perfeccionar el oído y me venía bien para repasar las asignaturas, me enganché a ella. Además, en mi opinión, RU es el paraíso de los historiadores (o los proyectos de historiadora, como servidora), y me resultó muy fácil encontrar libros, museos, y visitas que me ayudaron a aprender más sobre el tema.

La Guerra de las Rosas es un culebrón lleno de Enriques y Eduardos que eran parientes porque pertenecían a  la casa de Lancaster (la rosa roja) o la de York (la rosa blanca), ambas pertenecientes a la casa Plantagenet.  Para contextualizar la historia mejor (y disfrutar mucho) es muy interesante verse la serie de la BBC The Hollow Crown, basada en las obras de teatro “históricas” de Shakespeare que cubren los antecedentes de la Guerra de las Rosas y el conflicto en sí: Ricardo II (Ben Whishaw), Enrique IV (Jeremy Irons), Enrique V (Tom Hiddleston), Enrique VI (Tom Sturridge) y Ricardo III (Benedict Cumberbatch). Sí, yo también he suspirado varias veces 🙂 Si lo que queréis es daros un repaso entero de la historia de RU a través de pelis y series, aquí tenéis una serie de posts geniales del blog de Cristina Urdiales.

Antes de entrar en faena, aviso:  aunque son hechos históricos, si alguien no sabe nada del tema y es hipersensible con los destripes, que no siga leyendo 🙂  ; en todo caso, puede irse al final de la entrada donde comento un par de spin-offs y la bibliografía. Todas las fotos están tomadas de la galería de la serie en IMDB o son mías. Y ahora vamos al lío.

Los personajes masculinos más importantes de La Reina Blanca son los que veis en la foto, los tres hermanos York: Eduardo IV (Max Irons, en el centro), Jorge Duque de Clarence (David Oakes, a la izda), y Ricardo Duque de Gloucester y futuro Ricardo III (Aneurin Barnard, a la derecha). Me encanta la foto, y son las caras con las que me represento mentalmente a los tres.

The White Queen (2013)

Y ahora vamos a la chicha de esta entrada, los tres personajes femeninos principales: Isabel Woodville (Rebecca Ferguson), Ana Neville (Faye Marsay) y Margarita Beaufort (Amanda Hale). Cada una de ellas por separado tiene una vida apasionante, pero la interacción entre las tres y cómo los acontecimientos las van llevando desde lo más alto a lo más bajo me parecen fascinantes. En España también tenemos ejemplos de mujeres fuertes y poderosas (Isabel la Católica, Urraca de León, Catalina de Lancaster, Catalina de Aragón…), pero cada una jugó un papel más aislado e independiente.

Empezamos por Isabel Woodville. Isabel nació alrededor de 1437, y era la primogénita de Ricardo Woodville y Jacquetta de Luxemburgo.

Rebecca Ferguson in The White Queen (2013)

Ricardo pertenecía a una familia adinerada pero no noble,  y había estado al servicio del Duque de Bedford,  tío de Enrique VI, que era el rey en ese momento, mientras que Jacquetta de Luxemburgo era la joven viuda del Duque de Bedford. Isabel Woodville se casó con un caballero partidario de los Lancaster, Juan Grey, del que enviudó en la segunda batalla de Saint Albans quedándose con dos hijos (Tomás y Ricardo Grey) a su cargo. Isabel conoció al rey Eduardo IV de una forma bastante peliculera, y finalmente se casaron en secreto. Isabel por tanto se convirtió en reina consorte de Inglaterra, provocando un rebote considerable en Ricardo Neville, conde de Warwick y conocido como el Kingmaker, que ya tenía apalabrado el matrimonio de Eduardo con una heredera extranjera, lo más apropiado para cualquier rey de la época.

Isabel y Eduardo tuvieron una larga descendencia (aquí tenéis un timeline con los nacimientos de cada uno gracias al fantástico servicio de consultas SPARQL de Wikidata). Además, la reina consorte fue casando a sus hermanas y hermanos con nobles, generando también bastantes roces en la corte, ya que se veía a la familia Woodville como unos advenedizos. Isabel sufrió los vaivenes del reinado de Eduardo, incluyendo la etapa en la que Enrique VI volvió al trono y que supuso que ella tuviera que acogerse a sagrado en la Abadía de Westminster.

El 9 de abril de 1483 la vida de Isabel cambia por completo: Eduardo IV muere de forma bastante repentina y ella pasa a ser la reina viuda y madre del futuro rey, su hijo Eduardo V, que en ese momento se encontraba en el castillo de Ludlow (Gales) bajo la tutela de su hermano Antonio Woodville. A partir de este momento los acontecimientos se precipitan –aquí puede consultarse una cronología que preparé sobre el tema- pero, en resumen, para finales de verano de ese mismo año Isabel ya no es reina puesto que Ricardo III y Ana Neville han subido al trono; su marido, su hermano y uno de sus hijos mayores han muerto; toda su descendencia con Eduardo IV ha sido declarada ilegítima, sus hijos Eduardo y Ricardo están en paradero desconocido, y ella está de nuevo refugiada en Westminster con el resto de sus hijas.  Isabel volvería a la corte de Ricardo III, aunque mientras tanto conspiraba (con Margarita Beaufort, entre otros) para revertir la situación. Finalmente, lograría ver a su hija mayor Isabel de York convertida en reina al casarse precisamente el hijo de Margarita, Enrique Tudor, que reinaría como Enrique VII tras derrotar a Ricardo III en la batalla de Bosworth. Isabel moriría retirada en la abadía de Bermondsey en 1492.

Entre las reinas consortes Isabel Woodville y su hija Isabel de York hubo otra consorte: Ana Neville (1456-1485), hija del Kingmaker y esposa de Ricardo III. Quizás sea el personaje que más ternura me inspira por lo trágico de su vida, que comenté hace unos años en esta entrada.

The White Queen (2013)

Resumiendo, en 1471, a los 15 años, con su padre muerto y su madre enclaustrada en un convento, era Princesa Viuda de Gales al morir en la batalla de Tewkesbury su marido, Eduardo de Westminster, el hijo de Enrique VI y Margarita de Anjou. En 1472 se casó con Ricardo Duque de Gloucester, al que conocía desde niña, y que paradójicamente pertenecía a la familia que había llevado a la suya a la ruina. Cuando Ricardo logró el trono en 1483 ella pasó a ser reina consorte, aunque no llegó a sobrevivir a Ricardo en su corto reinado: su único hijo Eduardo de Middleham moriría con nueve años en 1484, y ella lo siguió en poco menos de un año.

Finalmente, Margarita Beaufort, la tapada que al final logra el éxito. En la serie aparece como una madre obsesionada por colocar a su hijo en el trono fuera como fuera, y por eso quizás es con la que menos empatizo, pero también es verdad que su vida tampoco fue fácil, y que me falta mucho por leer sobre ella.

Amanda Hale in The White Queen (2013)

Margaret nació, seguramente, en 1443, hija de John Beaufort Duque de Somerset (los Beaufort eran una rama bastarda descendiente de Juan de Gante, el patriarca de los Lancaster; Enrique IV la reconocería legalmente pero con la prohibición expresa de acceder al trono). Margarita se casó con Edmundo Tudor,  hermanastro de Enrique VI al ser hijo de la ex-reina Catalina de Valois, que tras enviudar de Enrique V se casó con Owen Tudor, un militar galés… os dije que esto era un culebrón 🙂 ). Cuando se casaron, Margarita tenía 12 años y Edmundo tenía 24. El resultado de esta unión es que con trece años, Margarita era una viuda embarazada de su primer hijo, que a la postre sería el primer rey Tudor, Enrique VII.

Margarita se casaría posteriormente con Henry Stafford, del que enviudaría tras la batalla de Barnet (1471) en la que  Henry luchó a favor de los York. Volvió a contraer matrimonio en 1472 con Thomas Lord Stanley. Margarita tuvo su lugar en la corte de Isabel Woodville, y también en la de Ana Neville mientras que conspiraba con Isabel para derrocar a Ricardo III.  En la batalla de Bosworth en 1485 Lord Stanley dejaría tirado a Ricardo III y facilitaría la victoria de Enrique Tudor, el hijo de Margarita, que accedería así al trono. Aunque nunca fue reina, Margarita recibió el tratamiento de madre del rey, y cuando Enrique VII se casó con Isabel de York, Margarita se convirtió en consuegra de Isabel Woodville. Margarita murió en 1509 y está enterrada en la Abadía de Westminster.

Aparte de estos tres personajes femeninos principales, hay otras mujeres relacionadas con La Guerra de las Rosas que también me interesan mucho y a las que aún no he tenido tiempo de estudiar con detalle:

  • Margarita de Anjou, reina consorte de Enrique VI. Margarita tuvo que lidiar con la incapacidad -tanto de carácter como física- de su marido, incapaz de reinar de manera efectiva, a las que se añadía su falta de popularidad por ser francesa. Tradicionalmente se la ha presentado como una mujer intrigante y despiadada; en cualquier caso, Margarita al fin y al cabo estaba intentando mantener su posición como reina, la de su marido el rey, y sobre todo, la de su hijo y heredero al trono Eduardo de Westminster.
  • Jaquetta de Luxemburgo, madre de Isabel Woodville. Como comenté previamente, antes de casarse con el padre de Isabel, Jacquetta fue la segunda esposa de Juan Duque de Bedford, hermano de Enrique V y que se quedó a cargo de Francia durante la minoría de edad de Enrique VI tras el fallecimiento de Enrique V. El Duque de Bedford murió en Ruán y fue enterrado en la catedral de dicha ciudad, y aunque su tumba fue destruida por los calvinistas en el siglo XVI, el emplazamiento previo de la misma está marcado con una placa en la actualidad.

  • Cecilia Neville, madre de Eduardo IV y Ricardo III, y suegra por tanto de Isabel Woodville y Ana Neville. Su marido, Ricardo de York, no llegó a reinar nunca, pero a pesar de ello Cecilia firmaba como “reina por derecho propio”. Sólamente por eso me da la sensación que debía ser una mujer de carácter y me dan ganas de conocerla mejor 😉


Y, de regalo, toda esta historia tiene un par de aspectos que también son interesantísimos:

  • El hallazgo del cuerpo de Ricardo III en un aparcamiento de Leicester. Ricardo murió en la batalla de Bosworth, y con él acabó la dinastía Plantagenet.  A lo largo de los años se fue perdiendo la pista de dónde había sido enterrado exactamente. Finalmente, en 2012, la Sociedad Ricardo III en colaboración con la Universidad de Leicester y el Ayuntamiento de la ciudad localizaron el esqueleto de Ricardo III en un aparcamiento construido sobre la antigua iglesia de los franciscanos (en la bibliografía incluyo un libro sobre el tema que me encantó, y en este enlace la historiadora Jo Wilkinson habla sobre el lugar de enterramiento de Ricardo).  Ricardo III fue enterrado en 2015 en la Catedral de Leicester.
  • Un spin off que además es un misterio no resuelto: la historia de los Príncipes en la Torre, o cómo Eduardo V y su hermano Ricardo de Shrewsbury, los hijos de 12 y 10 años de Eduardo IV e Isabel Woodville, desaparecieron de la Torre de Londres sin dejar rastro en el verano de 1483. Tradicionalmente se ha supuesto que ambos fueron asesinados, y que el responsable fue su tío Ricardo III, el gran beneficiado de su desaparición, pero no hay evidencias que confirmen ese asesinato más allá de cualquier duda razonable (si no, no sería un misterio 😉 ). Aún hoy sigue siendo un tema de interés que han abordado diferentes autores. Mi opinión como aficionada es que si Ricardo III fue el responsable me extraña mucho que no buscara una cabeza de turco a la que cargarle el marrón; su actitud de “¿Príncipes? ¿Qué príncipes?” no parece la más lógica para un asesino que tenía todos los medios para cubrirse las espaldas.

Ea, pues esto es todo. Si alguien está interesado, este curso on line de Oxford sobre la Guerra de las Rosas es un auténtico gustazo. Yo qué queréis que os diga, a mí me todo esto me parece muuuuucho más molón que cualquier saga de ficción (salvo por los dragones, eso lo admito 😉 ). Esta historia es real (nunca mejor dicho), esta gente vivió y sufrió, y las consecuencias de sus actos se reflejan sobre nosotros unos cuantos siglos después. Para que luego digan que la Historia no es bonita 🙂

[En español]

I am a Wars of the Roses nerd because of three completely unconnected events that in 2013 created a perfect lancastrianyorkist storm: a research stay in Plymouth, The White Queen TV series, and that I was preparing the exams of the Medieval History of the first year of the Bachelor Degree on History (I’ll take it up again someday, I swear). The White Queen was broadcasted shortly after we arrived in UK, and since I tried to watch TV to improve my listening and the series was useful to remind me the courses I was preparing, I binged into it. Furthermore, I believe that UK is the historians’ paradise (or, in my case, wannabe historian), and it was very easy to find books, museums, and places that helped me to learn more about the subject.

The Wars of the Roses is a legit soap opera full of Henrys and Edwards linked by family ties, since they belonged to the House of Lancaster (the red rose) or the House of York (the white rose), both descendants from the House of Plantagenet. In order to put the plot in context (and have a great time), it is very interesting to watch the BBC TV series The Hollow Crown, based on the “historic” Shakespeare’s plays that cover the background of the Wars of the Roses and the conflict itself: Richard II (Ben Whishaw), Henry IV (Jeremy Irons), Henry V (Tom Hiddleston), Henry VI (Tom Sturridge) and Richard III (Benedict Cumberbatch). Yes, I have sighed several times too 🙂 If you’d like to take a close look of the history of UK via films and series, here you have a set of great posts from Cristina Urdiales’s blog (in Spanish).

A warning before we move on: though all these are well known historical facts, if you reader don’t t know anything about them and you are hypersensitive about spoilers, just stop reading 🙂 ; maybe you’d like to check the end of this post, where I comment a couple of spin-offs and the references. The photos are taken from the gallery of the series at IMDB or are my own. And now let’s get to it.

The most important male characters in The White Queen are shown in the following photograph, the three York brothers: Edward IV (Max Irons, center), George Duke of Clarence (David Oakes, left) and Richard Duke of Gloucester and future Richard III (Aneurin Barnard, right). I love this picture, and these are the faces of my mental images of the real characters.

The White Queen (2013)

And now let’s go to the core of this post, the three main female characters: Elizabeth Woodville (Rebecca Ferguson), Anne Neville (Faye Marsay) and Margaret Beaufort (Amanda Hale). Each of them has a thrilling life, but I find the interaction among them and how events swing them from high to low fascinating. Here in Spain we have several strong and powerful women (Isabella I of Castile, Urraca of León, Catherine of Lancaster, Catherine of Aragón…), but they played more isolated and independent roles.

We begin with Elizabeth Woodville. Elizabeth was born around 1437, and she was the firstborn of Richard Woodville and Jaccquetta of Luxembourg.

Rebecca Ferguson in The White Queen (2013)

Richard belonged to a wealthy but not noble family, and he had been in the service of the Duke of Bedford, uncle of the king at that time Henry VI,  while Jacquetta of Luxembourg was the young widower of the Duke of Bedford. Elizabeth married John Grey, a knight supportive of the Lancastrian side, whom she widowed in the second battle of Saint Albans, keeping two children (Thomas and Richard Grey) in her charge. Elizabeth met king Edward IV in a rather hollywoodesque way, and they finally got married in secret. Therefore, Elizabeth became queen consort of England, so Richard Neville Earl of Warwick, aka the Kingmaker, was really pissed off, since had already agreed the marriage of Edward to a foreign heiress, which was the most appropriate thing to do for any king at those times.

Elizabeth and Edward had a long offspring (here you have a timeline with the dates of birth of each of them thanks to the awesome SPARQL query service of Wikidata). Besides, the queen consort also married her sisters and brothers to noble families, creating a lot of friction in the court, since the Woodvilles were seen as upstarts. Elizabeth suffered the upheavals of Edward’s governance, including the months when Henry VI seized control back and she had to seek sanctuary on Westminster Abbey.

On April 9th 1483 Elizabeth’s life turns upside down: Edward IV dies quite unexpectedly and she becames dowager queen and mother of the next king, her son Edward V, that at that moment was at Ludlow Castle (Wales) under the tutelage of her brother Anthony Woodville. From that moment on things change hastily –here you have a chronology I created about this issue- but, to cut a long story short, by the end of that summer Elizabeth is no longer the queen since Richard III and Anne Neville are now the rulers; her husband, brother and second boy are dead; all her offspring with Edward IV has been declared illegitimate, her younger kids Edward and Richard whereabouts is unknown, and she is sheltered  again in Westminster Abbey with the rest of her daughters. Elizabeth returned to Richard III’s court, though at the same time she was plotting (with Margaret Beaufort, among others) to revert the situation. In the end she saw her eldest daughter Elizabeth of York became queen when she married Margaret Beaufort’s son, Henry Tudor, who  reigned as Henry VII after defeating Richard III at the battle of Bosworth. Elizabeth would die in retirement at Bermondsey Abbey in 1492.

Between the consort queens Elizabeth Woodville and her daughter Elizabeth of York there was another consort: Anne Neville (1456-1485), daughter of the Kingmaker and wife of Richard III. I find her the most tender character due her tragic life, that I commented some years ago in this post.

The White Queen (2013)

To sum up, in 1471, at the age of fifteen, with her father dead and her mother confined in a nunnery, she became the dowager Princess of Wales when her husband, Edward of Westminster, the son of Henry VI and Margaret of Anjou, died at the battle of Tewkesbury. In 1472 she married Richard of Gloucester, whom she acquainted since she was a child, and whom paradoxically belonged to the family that had lead hers to disaster. When Richard seized the throne in 1483 she became queen consort, though she could not outlive Richard in his short reign: her only child Edward of Middleham died at 9 years old in 1484, and she followed him in less that a year.

Finally, Margaret Beaufort, the hidden figure that finally succeeds. She is shown in the series as an obssessive mother that only wants to put his boy in the throne not matter what, and maybe that is why I do not empathize a lot with her, but it is also true that her life was not easy at all, and that I must read a lot about her yet.

Amanda Hale in The White Queen (2013)

Margaret was probably born in 1443, the daughter of John Beaufort Duke of Somerset (the Beauforts were a branch descendant from John of Gaunt, the Lancastrian patriarch; initially bastards, Henry IV made the Beauforts legitimate but specifically banning them the access to the throne). Margaret married Edmund Tudor, half-brother of Henry VI since he was the son of the former queen Catherine of Valois, who after losing her husband Henry V then married to Owen Tudor, a Welsh soldier… I told you this was a soap opera 🙂 ). When they married, Margaret was 12 years old and Edmund was 24. The outcome of this marriage was that, at the age of 13, Margaret was a widower expecting her first child, who would become the first Tudor king, Henry VII.

Later on, Margaret married Henry Stafford, who died in the battle of Barnet (1471) fighting for the Yorkists. She married Thomas Lord Stanley in 1472. Margaret had her place in the court of Elizabeth Woodville, and then in the court of Anne Neville while she plotted with Elizabeth to overthrow Richard III. At the battle of Bosworth (1485) Lord Stanley abandoned Richard III, facilitating the victory to the son of Margaret, Henry, who became king Henry VII. Though she never was queen, Margaret was treated at the king’s mother, and when Henry VII married Elizabeth of York, Margaret, the Lancastrian winner, became family to Elizabeth Woodville. Margaret died in 1509, and she is buried in Westminster Abbey.

Besides these main female characters, there are other women related to the Wars of the Rose who I would like to study more thoroughly:

  • Margaret of Anjou, queen consort of Henry VI. Margaret had to manage her husband’s physical and mental incapacity and who was unable to rule in an effective way, as well as her lack of popularity due to the fact that she was French. Traditionally she has been portrayed as an intriguing and ruthless woman; anyway, Margaret was just trying to maintain her position as a queen, that of her husband the king and, above all, that of her son and heir to the throne Edward of Westminster.
  • Jaquetta of Luxembourg, mother of Elizabeth Woodville.  As it was aforementioned, before marrying the father of Elizabeth, she was the second wife to John Duke of Bedford, the brother of Henry V in charge of France during Henry VI’s minority after Henry V died. The Duke of Bedford died in Rouen and was buried in the cathedral of that city; though his tomb was destroyed by calvinists in the XVI century, nowadays there is a commemorative  plaque on the cathedral upon the place of his previous burial.

  • Cecily Neville, mother of Edward IV and Richard III, and therefore mother-in-law of Elizabeth Woodville and Anne Neville. Her husband, Richard of York, never was king, but yet she signed as “queen by right”. Only for that I feel that she had to be a hell of a woman and I am willing to know more about her  😉


Apart from this main branch, the Wars of the Roses have a couple of collateral aspects that are awesome too:

  • The discovery of Richard III’s body in a parking lot in Leicester. Richard died in the battle of Bosworth, and with him also died the House of Plantagenet. Over the years the trace of the exact location of his burial was lost. Finally, in 2012, the Richard III Society working with the University of Leicester and the City Council found Richard’s skeleton in a car park built upon the ancient greyfriars church (in the references I have included a book about this question that I enjoyed a lot, and in this link historian Jo Wilkinson explains some aspects about the burial place of Richard). Richard III was buried in 2015 in Leicester Cathedral.
  • A spin off that is also a unsolved mystery: the story of the Princes in the Tower, or how Edward V and his brother Richard of Shrewsbury, the 12 and 10 years old sons of Edward IV and Elizabeth Woodville, disappeared without a trace from the Tower of London in the summer of 1483. Legend has it that both were killed by their uncle Richard III, the main beneficiary of their disappearance, but there is no evidence that confirms this murder beyond any reasonable doubt (otherwise, it would not be a mystery 😉 ). This conundrum still remains an open hot question that has been addressed by different authors. My aficionada opinion is that, if Richard really was the hand behind those killings, he would have created a scapegoat to take the blame; his “Princes? What princes?” attitude does not seem the better choice for a murder that had all means to cover his back.

That’s all, folks. For the interested reader, this Oxford on line course about the Wars of the Roses is a real treat. I know I am a nerd, but I find all this stuff much cooler than any fictional saga (except for the dragons, I admit that 😉 ). This is a real story, these people lived and suffered, and the consequences of their deeds are reflected upon us a few centuries later. So you daren’t tell me that History is not fascinating 🙂


Bibliografía / References (*=leído/finished, ^=leyendo/reading, #=por leer/to read)

  • Ashdown-Hill J. (2015) The Dublin King: The True Story of Edward Earl of Warwick, Lambert Simnel and the ‘Princes in the Tower’. The History Press^
  • Ashdown-Hill J. (2015) The Mythology of Richard III. Amberley Press*
  • Ashdown-Hill J.(2017) The Wars of the Roses. Amberley Publishing^
  • Ashdown-Hill J. (2018) The Mythology of ‘The Princes in the Tower’. Amberley Publishing*^
  • Carpenter C. (1997) The Wars of the Roses: Politics and the Constitution in England, c. 1437-1509. Cambridge University Press*
  • Carson A. (2013) Richard III. The maligned king. The History Press#
  • Castor H. (2011) She-Wolves: The Women Who Ruled England Before Elizabeth. Faber & Faber*
  • Gregory P., Baldwin D., Jones M. (2011) The Women of the Cousins’ Wars. The Duchess, the Queen and the King’s Mother. Simon and Schuster*
  • Gristwood S. (2014) Blood Sisters. The women behind the wars of the roses. Basic Books^
  • Hancock P. A. (2013) Richard III and the murder in The Tower. The History Press#
  • Hicks M. (2007) Anne Neville: Queen to Richard III. The History Press*
  • Lewis M. (2017) The Survival of the Princes in the Tower: Murder, Mystery and Myth. The History Press^
  • Lewis M. (2017) The Wars of the Roses in 100 Facts. Amberley Press^
  • Licence A. (2016) Red Roses. Blanche of Gaunt to Margaret Beaufort. The History Press#
  • Norwich J. J. (2018) Shakespeare King’s. Faber and Faber#
  • Pitt M. (2015) Digging for Richard III. How Archaeology found the king. Thames and Hudson*
  • Tey J. (1951) The Daughter of Time. This is a crime novel that tries to solve the Princes of the Tower mystery. [En castellano se ha traducido como La hija del tiempo, y la editó en 2012 RBA)*
  • Weir A. (2014) Richard III & the Princes in the Tower. Vintage Books#
  • Weightman C. (2012) Margaret of York. Diabolical Duchess. Amberley Publishing#
  • Wilkinson J. (2014) The Princes in the Tower: Did Richard III Murder His Nephews, Edward V y Richard of York? Amberley Publishing*

 

Bury my lovely

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[In English]

Aprovecho el título de esta preciosa canción de October Project para hablar sobre el turismo de cementerios (no sé qué suena peor, si eso o necroturismo 😉 ). En España, o al menos en la zona donde yo me crié, visitar un cementerio no era algo muy popular: se iba por obligación acompañando a familiares o a amigos que nos dejaban, o en Todos los Santos. Como las circunstancias no eran muy agradables, y tampoco es que fueran sitios muy bonitos, cuanto menos tiempo estuvieras allí, mejor. Por eso me llamaba tanto la atención el Cementerio de Trafalgar en Gibraltar: fue el primer cementerio que vi que se parecía a un jardín muy cuidado, con plantas y árboles frondosos que hacían que te apeteciera visitarlo.

Ya de mayor, leyendo y viajando, descubrí cementerios que vale la pena visitar no sólo por lo bonitos, sino porque en ellos se puede aprender un montón de historia, arte (la simbología funeraria es muy interesante), arquitectura e incluso sociología.

En Málaga tenemos dos cementerios que creo que merecen una visita. Ambos pueden visitarse libremente, o bien a través de visitas guiadas (consultar las webs comentadas, así como la web de Cultopia, una empresa dedicada a la organización de rutas culturales que funciona muy bien):

  • El Cementerio Histórico de San Miguel, un cementerio extramuros creado en el siglo XIX para adecuarse a las nuevas normas relativas a los lugares de enterramiento establecidas a finales del siglo XVIII. En él se encuentran enterradas algunas de las familias más relevantes de la ciudad durante el siglo XIX (Larios, Heredia), cuando Málaga era una de las principales potencias industriales de España. Es un cementerio más organizado y menos “salvaje” que el Cementerio Inglés que comento a continuación, pero es muy elegante y los panteones de algunas familias son impactantes. Para ampliar información, consultar también la web de la Asociación de Amigos del Cementerio de San Miguel de Málaga.

  • El Cementerio Inglés, un cementerio protestante creado en 1831 por el cónsul inglés William Mark, ya que hasta ese momento la población protestante no podía ser enterrada en los cementerios católicos. Es un cementerio muy bonito por su situación en una colina (para llegar a algunas zonas hay que triscar un poquitín, cuidado con el calzado que se lleva), por la decoración tan elaborada de algunas de las tumbas, y por las plantas (la buganvilla del muro exterior es una preciosidad), por lo que es recomendable visitarlo en primavera. Además de extranjeros anónimos (sobre todo británicos), allí están enterrados Gerald Brenan, Gamel Woolsey, Marjorie Grice-Hutchinson, Jorge Guillén, cuatro pilotos de la RAF cuyos aviones fueron derribados durante la Segunda Guerra Mundial cerca de Marbella, o las víctimas del naufragio de la Gneisenau. Y además allí está la que para mí es la tumba más conmovedora que he visto y que creo que veré: la de Violette, que vivió un mes, como las violetas.

Para el lector interesado dejo aquí un par de libros sobre este camposanto:

– Marchant Rivera A. (2005) El cementerio Inglés de Málaga: tumbas y epitafios. Universidad de Málaga.

– Torres R. (2015) El cementerio de los ingleses. Ediciones Xorki.

Ambos cementarios están relacionados con un mismo hecho: el pronunciamiento de Torrijos en 1868 contra el gobierno absolutista de Fernando VII. El General Torrijos fue fusilado junto a sus 48 compañeros, y fue enterrado inicialmente en el Cementerio de San Miguel, aunque posteriormente los cuerpos fueron trasladados a la cripta bajo el monumento en su memoria en la Plaza de la Merced. Robert Boyd, el irlandés que acompañó a Torrijos (el joven pelirrojo en este cuadro de Gisbert), está enterrado -aunque no se sabe exactamente dónde- en el Cementerio Inglés.

Fusilamiento de Torrijos (Gisbert).jpg

(Antonio Gisbert, “El fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga”, Dominio público, via Wikimedia Commoms)

Y ya fuera de Málaga, si visitáis Glasgow no dejéis de pasaros por la Necrópolis (más información en la wikipedia en inglés, y en la web de The Friends of the Glasgow Necropolis). Es un cementerio victoriano bastante extenso, así que te puedes dar un buen paseíto, los caminos están bien cuidados, hay mucho césped, y tiene unas vistas estupendas sobre la Catedral de San Mungo y parte de la ciudad. Espero que tengáis la suerte que tuve yo de pillar un día de invierno con un solecito precioso 🙂


[En español]

This beautiful song by October Project is my excuse to talk about tourism of cemeteries (I do not know what sounds worse, if that or necroturism 😉 ). In Spain, or at least in the region where I grew up, visiting a cemetery was not the most popular thing to do: you went there because you had to go with relatives or friends that had passed away, or in All Saints’ Day. Since the circumstances were not very pleasant, and they were not very nice places anyway, the less time you were there the better. This is why the Trafalgar Cemetery in Gibraltar was so appealing to me: it was the first cemetery I saw that looked like a garden, with leafy trees and plants.

When I grew old and read and traveled, I found out that some cemeteries are worth a visit, not only because they are beautiful places, but because they are living lessons (nice joke here) of history, art (funerary simbology is very interesting), architecture and even sociology.

Here in Málaga there are two cemeteries that I think are worth a visit. Both can be visited freely, or through guided tours (check the web pages I link in the following, as well as the Cultopia web page, a company dedicated to the organization of cultural tours that works really well):

  • The Cementerio Histórico de San Miguel (St. Michael’s Historic Cemetery), a cemetery created in the XIX century outside the walls of the city in order to fit the new laws passed in the last part of XVIII century to regulate burial sites. Some of the most relevant families of the city during XIX century, when Málaga became one of the main industry powers of Spain, are buried there (Larios or Heredia families, for example). It is more organized and not so “wild” as the Cementerio Inglés that I comment in the following, but it is very elegant and some of the family pantheons are really impressive. More info in this web: web de la Asociación de Amigos del Cementerio de San Miguel de Málaga (The Friends of the St. Michael’s Cemetery).

  • The Cementerio Inglés (English Cemetery), a protestant cemetery built in 1831 by the English consul William Mark, since until that moment, the protestant population of the city could not be buried in catholic cemeteries. It is a beautiful place on the top of a hill (the terrain is quite uneven in some areas, so you’d better wear good shoes), with some nicely ornated tombs, and with a lot of trees and plants (the bouganvillea that covers the wall at the main gate is a real beauty), so perhaps Spring is the best time of the year for a visit. Besides common foreign people (mainly British), you will find there some famous names, like Gerald Brenan, Gamel Woolsey, Marjorie Grice-Hutchinson, Jorge Guillén, four RAF pilots whose planes were shot down in WWII near Marbella, or the Gneisenau shipwreck casualties. And in this cemetery it is the most moving grave I have seen (and probably I will see): the grave of Violette, who lived for one month, as violets live.

The interested reader could check these two references (in Spanish):

– Marchant Rivera A. (2005) El cementerio Inglés de Málaga: tumbas y epitafios. Universidad de Málaga.

– Torres R. (2015) El cementerio de los ingleses. Ediciones Xorki.

Both cemeteries are linked to the same fact: the Torrijos uprising in 1868 against the absolutist goverment of king Fernando VII. General Torrijos (and his 48 companions) was shot and then buried in the Cementerio de San Miguel, although the bodies were later transferred to the crypt under the monument in his memory in the Plaza de la Merced. Robert Boyd, the Irishman that joined Torrijos’s fight (the young red haired man in this paint by Gisbert) is buried in the Cementerio Inglés, though the exact location is unknown.

Fusilamiento de Torrijos (Gisbert).jpg

(Antonio Gisbert, “El fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga”, Public domain, via Wikimedia Commoms)

And apart from Málaga, if you go to Glasgow, do not miss the Necropolis (more information in the English wikipedia, and  in The Friends of the Glasgow Necropolis website). It is a wide victorian cemetery, so you can take a nice walk, the paths are well kept, there is plenty of grass, and it has great views over St. Mungo’s Cathedral and part of the city. I hope you be as lucky as me and enjoy a lovely sunny winter day 🙂